En Nueva Delhi, un 70% de la energía que se usa proviene de otros lugares del país y más de un 50 por ciento es generada con carbón.
En gran medida, la presencia de esta última fuente de energía es la que influye en los altos niveles de contaminación atmosférica que afectan a la capital india y que en 2014 la posicionaron como la ciudad más contaminada del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No obstante, esta ciudad india tiene una alternativa en estudio que, en caso de ser aprobada e implementada, le ayudaría a producir energía de manera más sustentable y que además beneficiaría económicamente a sus habitantes.
Esta opción consiste en instalar paneles solares en las azoteas de los edificios, sean éstos residenciales, industriales, gubernamentales, públicos y semi-públicos, con el objetivo de generar energía que se pueda inyectar al sistema eléctrico de la ciudad, volverlo más estable y así lograr que en 2022 esta fuente represente un 3% del consumo, tal como lo plantea el gobierno en una de sus metas.
La idea, que actualmente es impulsada por el Concejo Municipal de Nueva Delhi (NDMC), también fue promovida por la sede de Greenpeace en India y la consultora especialista en energías limpias, Bridge to India, mediante la campaña “Encender el Sol” que respaldaron con el informe “Revolución en la azotea: El impulso del potencial solar de Delhi” (2013).
En esta investigación, afirman que de los 1,484 kilómetros cuadrados (km²) que abarca Nueva Delhi, 700 km² están urbanizados. En éstos, 31 km², equivalentes a un 4,42% de la superficie de la ciudad, se pueden instalar paneles solares con una capacidad de generación de hasta 2.557 MW.
De acuerdo a los fines de los edificios, las azoteas de los residenciales serían los que más generarían energía, alcanzando un 49% de participación. Luego estarían los techos de los edificios industriales (15%), gubernamentales (13%), públicos y semi-públicos (13%) y comerciales (10%).
Aunque aún no se define una propuesta económica para los residentes de los edificios, porque está la opción que los arrendatarios sean diferentes empresas privadas, hay algunas ideas. Por ejemplo, se habla que los contratos podrían regir por un máximo de 25 años y que los dueños o residentes de los edificios recibirían US$0,05 por cada watt producido.
Si quieres conocer más sobre el informe “Revolución en la azotea: El impulso del potencial solar de Delhi”, lo puedes descargar aquí.